El pasado miércoles, la Llotja de Lleida acogió la presentación del último informe sobre el modelo económico estatal del sector porcino, elaborado por Cajamar e Interporc. El acto reunió a representantes de la industria, expertos y profesionales del sector, con el objetivo de debatir sobre los retos y oportunidades de un sector que tiene un papel clave en la economía y la sostenibilidad del medio rural.
Cajamar e Interporc presentaron ayer en la Lonja de Lleida su informe titulado Los retos del sector porcino español, un completo análisis del modelo económico de este sector. Este estudio hace valer una ganadería moderna y responsable, enfocada no sólo a liderar en producción, sino también a garantizar la calidad y la sostenibilidad en todos sus procesos, respondiendo a las necesidades de consumidores y sociedad.
Manuel Lainez Andrés, director de Innovación y Desarrollo Agroalimentario de Cajamar, y Daniel De Miguel, director internacional de Interporc, fueron los encargados de desgranar los detalles de este informe. Uno de los puntos destacados fue que el 96% del censo estatal de cerdos se concentra en municipios con menos de 30.000 habitantes, lo que subraya la aportación del sector al desarrollo rural. Sin embargo, esta contribución a menudo pasa desapercibida para el gran público, lo que refuerza la necesidad de una mejor comunicación para poner de relieve su impacto positivo.
Con cifras de exportación que alcanzan los 9,2 millones de toneladas anuales y un consumo interno en descenso, el sector porcino afronta el reto constante de adaptarse a los cambios. La economía circular se presenta como una estrategia clave para aumentar la eficiencia y la sostenibilidad de la producción. Esta jornada, moderada por Daniel Babot, catedrático de Ciencia Animal de la Universidad de Lleida, también sirvió para presentar experiencias destacadas del sector.
Entre éstas, Coral Carrasco, coordinadora de I+D y sostenibilidad del Grupo Vall Companys, compartió el proyecto PENTA, destinado a reducir la huella de carbono de la empresa. Por su parte, Fernando Ederra, gerente de Tauste CGE, SL., expuso la gestión de estiércol como fertilizante. Luis Viscasillas, responsable de sostenibilidad del Grupo Jorge, destacó la importancia de encontrar soluciones creativas frente a las dificultades, destacando la adaptabilidad e innovación como ejes centrales del futuro del sector.
La experiencia de GAP Cooperativa en la gestión de las deyecciones ganaderas
En esa misma línea, GAP Cooperativa fue otro de los actores participantes en esta jornada. Mónica Jiménez, gerente de GAP Cooperativa compartió su experiencia y conocimientos sobre la gestión de deyecciones ganaderas que desarrolla la cooperativa. En su intervención, destacó el modelo de economía circular implementado por GAP, que permite transformar los excedentes de deyecciones en abono orgánico de alta calidad, contribuyendo así a la sostenibilidad de las explotaciones y al respeto por el medio ambiente.
Especial mención tuvo la planta de tratamiento de deyecciones de TRACJUSA, que desde hace más de veinte años ha sido un referente europeo en el aprovechamiento y valorización de los purines. Con la implantación del nuevo modelo de gestión proyectado por la planta se prevé una mejora significativa en la eficiencia y sostenibilidad del proceso, gracias a la sustitución de la actual fuente de calor –basada en gas natural– por un gas de síntesis generado a través de un proceso de gasificación de Combustibles Sólidos de Residuos (CSR). Esta innovación permitirá reducir hasta un 85% las emisiones de CO2 de la planta, dando una segunda vida a materiales que, de otra forma, acabarían en vertederos.
Con esta participación, GAP Cooperativa reafirma su compromiso con la innovación, la sostenibilidad y la mejora continua en la gestión de deyecciones ganaderas, consolidándose como un modelo a seguir en el ámbito europeo.